El río de Los Ángeles está al borde de una nueva era. En los pocos años transcurridos desde que el canal de control de inundaciones fue reclasificado como "vía navegable", la región ha vuelto a abrazar su extraña amalgama de hormigón y naturaleza, que serpentea aproximadamente 51 millas desde el Valle de San Fernando hasta el océano en el mapa de Long Beach. La última vez que el río de Los Ángeles renació fue a finales de la década de 1930, y había estado ahogando a la joven ciudad periódicamente desde su nacimiento. En algunos puntos, el río era sólo un goteo; en otros, era incontrolablemente salvaje, y se inundaba frecuente y devastadoramente.

 

El río LA, formado por una gran cuenca que drena las montañas de Santa Susana, el valle de San Fernando y las montañas de San Gabriel, jugó un papel importante en la formación geológica de la cuenca de LA. Las áreas adyacentes al mapa del río LA comprendían ecosistemas ribereños con una gran cantidad de especies de plantas y animales nativos. Las inundaciones periódicas del río proporcionaron ricos depósitos sedimentarios a través de las llanuras de inundación.